Para lograrlo es necesario guiarnos de 5 claves publicadas por la Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y Tiempo Propio de las Mujeres.
- Autonomía VS. Dependencia: Un sistema de cuidados reconoce la autonomía de cada persona fortaleciendo las oportunidades que permitan cuidar pero también seguir los proyectos de vida individuales. También busca reconocer las diferencias y desigualdades con el fin de crear medidas equitativas y progresivas que beneficien la diversidad de la población.
- Armonización legislativa: A su vez, un sistema de cuidados busca vincular los trabajos de cuidado con los sistemas de educación, salud, alimentación, etc. para reconocer a estas actividades como la base del desarrollo social y económico de los países.
- Participación social: Los sistemas de cuidados también buscan la participación activa de la población para crear diálogo que lleve a conversaciones que favorezcan la vida digna. Para esto es necesario lograr una mayor representatividad de las poblaciones diversas.
- Presupuesto y política fiscal: este sistema necesita un Estado que garantice derechos, funcione como regulador y provea los recursos necesarios; aplicar la perspectiva de género asegura la redistribución de recursos de una forma equitativa y justa.
- Atribuciones diferenciadas: un sistema de cuidados nos lleva a cuestionar la división sexual que estereotipa e impone el cuidado como un papel de las mujeres, sirviendo como incapié a una transformación de los roles con los que vivimos hoy en día. Así como nos permite tener una visión más abierta y diversa de las situaciones y estilos de familias que existen en nuestro país.