Por Andy Amador
Todxs en una temprana edad como lo es la secundaria/preparatoria tenemos dudas, nos exploramos y conocemos constantemente para saber nuestro lugar en el entorno social, una identidad que nos defina y nos haga sentir en comodidad y plenitud.
Pero si no conocemos los reglamentos estipulados por la misma institución es fácil que nuestras intenciones se vengan abajo.
Defender tus derechos con los mismos argumentos que impone una institución es la manera más correcta de hacerte valer como persona.
En una escuela donde el reglamento marca que se debe portar uniforme correctamente en ningún momento determina una manera de vestir para el género.
El artículo tercero de la constitución mexicana habla de que la educación es un derecho de la niñez y debe ser universal, pública, gratuita, laica e inclusiva además de obligatoria.
Si portas el uniforme correctamente cualquiera que sea el orden de prendas no debe de existir problemas para continuar tus estudios.
De lo contrario la institución estaría haciendo una falta en el artículo más importante por el que se rige.
Y ningún argumento de intolerancia de manera interna puede estar encima de una reforma por la que todo mexicano sigue.
Los prejuicios en personas adultas de no querer ver niñas con pantalón es la manera más clara en la que se vivió en Oaxaca con Paola, ella al tratar de ingresar a la escuela portando un pantalón se le negó la entrada aunque tuviera su uniforme completo pero de “varón”, siendo esta la justificación por parte de los padres de familia el 10 de marzo de 2023 en Oaxaca, San Jose Manialtepec.
La verdad y la justicia en favor de las infancias y adolescencias para hacer valer sus derechos desde la educación con las prendas de vestir es también un derecho.
Así como Paola está haciendo valer sus derechos a través de normas que ya se estipulan para crear nuevas donde la inclusión en identidad sea parte fundamental de nuestra educación.