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Nosotras tenemos otros datos: Chismecito ciberfeminista MOCIBA 2023

Autoría: Angie Contreras, Florencia Lato, Natalia Tavizón, Ixchel Aguirre, Luisa Alfaro, Monserrat López, Paloma Vázquez.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó por octavo año el Módulo de Ciberacoso (MOCIBA). Sin embargo, es crucial actualizar su nombre a “Violencia Digital” para reflejar con mayor precisión la diversidad de abusos en línea. El término “ciberacoso” solo abarca una forma de violencia digital, lo que puede llevar a una subestimación de otras manifestaciones y una identificación incompleta por parte de las personas encuestadas.

En México, el 80% de la población usa Internet (5 horas diarias, en promedio), y la violencia digital ha emergido como una grave preocupación que amplifica desigualdades y discriminaciones existentes, especialmente contra mujeres y adolescentes. Además, los datos actuales tienden a invisibilizar a las personas LGBTIQ+, quienes enfrentan formas específicas de violencia digital.

Cambiar el nombre del módulo permitirá una mejor comprensión y categorización de los distintos tipos de violencia digital, facilitando una representación más precisa de la realidad. Esto es crucial para diseñar políticas públicas y estrategias de intervención efectivas que protejan los derechos digitales de todos los grupos y promuevan un entorno en línea seguro e inclusivo.

Actualizar el MOCIBA a violencia digital no solo mejorará la precisión de los datos, sino que también permitirá una respuesta más adecuada y equitativa frente a todas las formas de violencia en línea, garantizando un entorno digital más seguro para toda la población.

Desde Cultivando Género, Defensoras Quintana Roo, Hijas de Internet y Luchadoras nos reunimos en el chismecito ciberfeminista y encontramos los siguientes datos. 

1.Tipos de violencia digital y su impacto diferencial por género (spoiler la violencia sexual digital sigue afectando más a las mujeres)

En la última edición MOCIBA, se observa una ligera disminución general en los tipos de violencia digital comparado con 2022, pero el contacto mediante identidades falsas sigue siendo la forma más identificada. Al analizar los tipos de violencia digital por sexo, es evidente que las agresiones sexuales continúan afectando desproporcionadamente a las mujeres.

Entre las mujeres, el 31% reportó recibir contenido sexual no deseado, frente al 19.6% de los hombres. Asimismo, el 30.8% de las mujeres experimentó insinuaciones o propuestas sexuales, en comparación con el 14.7% de los hombres. Estos tipos de violencia han mostrado un incremento reciente entre las mujeres, mientras que los datos históricos del MOCIBA indican que no ha habido una disminución significativa en estas formas de violencia desde su inclusión en el módulo en 2016.

El 91.4% de las mujeres que recibieron insinuaciones sexuales y pudieron identificar a sus agresores reportaron que estos eran únicamente hombres. Esto subraya que la violencia sexual digital contra las mujeres está profundamente arraigada en las desigualdades de poder y la cultura machista, que también se replica en Internet.

Además, se evidencia un preocupante vínculo entre la violencia digital y el clasismo en México. El 13.5% de los hombres y el 17.1% de las mujeres recibieron críticas basadas en su apariencia o clase social, con las mujeres siendo más frecuentemente objeto de estas críticas. Este fenómeno refleja cómo los estándares de belleza y estatus social afectan desproporcionadamente a las mujeres.

A nivel nacional, el 60% de las personas víctimas de ciberacoso y críticas por apariencia o clase social conocían a sus agresores, lo que subraya que el acoso no solo proviene de extraños sino también de conocidos, indicando una internalización del clasismo en las relaciones cotidianas.

Aunque tanto hombres como mujeres reportan contacto con identidades falsas y mensajes ofensivos en proporciones similares, las mujeres son significativamente más afectadas por agresiones sexuales digitales. Esto sugiere una necesidad de ajustar el MOCIBA para incluir una clasificación más detallada de los diferentes tipos de violencia digital y reflejar la complejidad de las experiencias de las personas afectadas.

2. Las mujeres jóvenes son quienes más experimentan violencia digital

El Módulo de Ciberacoso (MOCIBA) de 2023 revela un preocupante aumento en la violencia digital contra las mujeres. En 2023, 10.3 millones de mujeres experimentaron violencias tecnológicas, un incremento notable respecto a las 9.8 millones en 2022.

Las mujeres jóvenes, especialmente aquellas de 12 a 29 años, son las más afectadas. En 2023, el 30% de las mujeres en este grupo de edad reportó haber sido víctima de ciberacoso en los últimos 12 meses, comparado con el 23% de los hombres. Esta brecha de género persiste sin signos de disminución. Aunque el porcentaje de hombres jóvenes de 12 a 19 años que vivieron ciberacoso también aumentó de 20% en 2022 a 23% en 2023, la disparidad sigue siendo significativa.

Es crucial revisar y reforzar las políticas de prevención y protección, incorporando una perspectiva de género más robusta. Esto permitirá abordar los factores que perpetúan la violencia digital y mejorar la seguridad e inclusión en los entornos digitales para las mujeres jóvenes.

Además, se recomienda dividir el grupo etario de 12 a 19 años en dos categorías (12 a 15 años y 16 a 19 años) en futuras ediciones del MOCIBA. Esta distinción es importante debido a las diferencias en el desarrollo de las adolescencias como los espacios y relaciones que afectan a estos grupos. 

3. Los hombres son los mayores perpetradores de la violencia digital

El MOCIBA 2023 muestra un incremento mínimo en la violencia digital, 8.1 millones de hombres y 10.3 millones de mujeres, del 20.8% en 2022 al 20.9% en 2023. Históricamente, la violencia digital ha mostrado fluctuaciones, con un notable descenso en 2016 y 2017 (16% y 16.8%, respectivamente). 

Al desglosar por género, el 19.6% de los hombres reportaron ciberacoso, un aumento leve en comparación con el 2022, mientras que la cifra para mujeres disminuyó ligeramente. Sin embargo, es alarmante que la violencia digital haya aumentado en los rangos de edad más jóvenes. Para personas de 20 a 29 años, la incidencia creció del 23.4% al 30.7%, y para los 12 a 19 años, del 23% al 30.1%.

La violencia digital ha aumentado respecto a los 7.6 millones de hombres y 9.8 millones de mujeres en 2022. Aunque el número de hombres afectados también ha crecido, los datos indican que los principales perpetradores del ciberacoso son en su mayoría hombres. El 60% de los hombres y el 53% de las mujeres identifican a los hombres como los principales agresores.

El 53% de las mujeres violentadas digitalmente fueron atacadas por hombres, revelando que el acoso en línea es una extensión de la violencia machista y patriarcal. Esta violencia digital, al igual que en el ámbito físico, está arraigada en la masculinidad hegemónica, que se manifiesta en comportamientos controladores y violentos hacia las mujeres, así como en una actitud de competencia y agresión entre hombres.

4. Facebook es la plataforma donde más se experimenta violencia digital

41.8% de les usuaries reportaron agresiones a través de Facebook. Le siguen WhatsApp con un 37.8%, llamadas de teléfono celular con un 28.9%, Messenger con un 19.4% e Instagram con un 11.6%. Estos datos son consistentes con nuestro informe de Luchadoras “Frente al Amor Tóxico Virtual”, que indica que el 87.5% de los ataques digitales se realizan a través de aplicaciones de Meta, siendo Facebook la más frecuente.

Esto plantea una preocupación sobre la eficacia de los mecanismos de atención de estas plataformas. Las redes sociales, sitios web y aplicaciones de mensajería son los principales vehículos de agresiones digitales, especialmente contra las mujeres. Como actores empresariales, estas plataformas deben comprometerse a cumplir con estándares de derechos humanos para garantizar la seguridad de sus usuarios.

Es crucial que las redes sociales mejoren sus respuestas a los reportes de violencia sin depender de la intervención de organizaciones especializadas. Las plataformas deben asumir una mayor responsabilidad para crear entornos digitales seguros y accesibles para todas las personas.

5. Medidas de seguridad y respuestas ante la violencia digital

La principal estrategia de seguridad digital sigue siendo el uso de contraseñas, adoptada por el 96.1% de las personas usuarias. Sin embargo, solo el 9.3% cambia sus contraseñas periódicamente, un ligero aumento respecto al 7.8% en 2022. Cambiar contraseñas regularmente es crucial para mantener la seguridad, aunque muchos usuarios aún no lo implementan.

El enojo sigue siendo el efecto principal de la violencia digital, seguido por la desconfianza. Tanto hombres como mujeres tienden a bloquear al agresor o la cuenta. Las mujeres, en mayor proporción que los hombres, denuncian ante autoridades o confían en familiares y amigos. Aunque la denuncia ha disminuido ligeramente en 2023 (12.2% para mujeres y 7.3% para hombres), sigue siendo una vía común para las mujeres.

Las mujeres también utilizan más medidas como cambiar contraseñas y eliminar publicaciones. En contraste, los hombres tienden a ignorar las agresiones o confrontar directamente al agresor. Esta diferencia en las respuestas sugiere que las mujeres toman más acciones para abordar la violencia digital, mientras que los hombres a menudo optan por enfoques menos directos. 

Es crucial cuestionar si las medidas actuales de denuncia son suficientes para enfrentar el aumento continuo de la violencia digital. Las políticas deben evolucionar para ofrecer una protección más efectiva y accesible para todas las personas usuarias.

6.- Experiencia vivida al ser encuestada 

Para entender los resultados del MOCIBA es importante también conocer cómo se realizan estas encuestas, para los resultados de este año, tuvimos el acercamiento al ser encuestadas. 

Desde nuestra experiencia la encuestadora fue muy formal, amable, debidamente identificada, traen tarjetas informativas para medir los niveles y tipos de violencia en línea. 

Se encuesta a una persona seleccionada de forma aleatoria entre las personas integrantes del hogar que visita la persona encuestadora, sugerimos encuestar a todas las infancias y adolescencia dentro de los hogares y no solo la persona que salga seleccionada en el sistema de encuesta de forma aleatoria, ya que la violencia digital se concentra en infancias y adolescencias según la misma estadística de MOCIBA. 

Por lo mismo las preguntas y la encuesta deberían tener una división por edades o sectores de edad, no puede ser la misma encuesta que contesta una adulta de 38 años a la que contesta una niña de 12 años o una adolecente. 

7. Una mirada a los estados: Aguascalientes, Ciudad de México, Guanajuato y Quintana Roo

Aguascalientes:

Aguascalientes ha visto una disminución en la violencia digital, con una caída del 32% en 2015 al 18% en 2023. Aunque la violencia digital general ha disminuido, las cifras varían por sexo: para 2023, el 14.7% de los hombres y el 21% de las mujeres reportaron violencia digital. Las mujeres jóvenes de 12 a 29 años siguen siendo las más afectadas, con tasas superiores a las de los hombres en el rango de 20 a 29 años.

Ciudad de México:

En la Ciudad de México, el índice de violencia digital subió al 17.6% en 2023, tras mantenerse alrededor del 16% en años anteriores. Aunque se observa una disminución respecto al 19.7% en 2015, la violencia digital ha aumentado entre las mujeres, alcanzando el 18.4% en 2023, frente al 16.8% de los hombres. En 2020, las mujeres reportaron un notable aumento en comparación con los hombres.

Guanajuato:

Guanajuato muestra una notable disparidad de género en ciberacoso. Ocupa el quinto lugar en porcentaje de mujeres afectadas, con un 40.2% en el grupo de 12 a 19 años y un 34.2% en el grupo de 20 a 29 años. En contraste, el 24.1% de los hombres jóvenes y el 17.8% de los hombres adultos jóvenes reportaron ciberacoso. Estos datos indican que las mujeres jóvenes son significativamente más vulnerables al ciberacoso.

Quintana Roo:

Quintana Roo experimentó un aumento en la violencia digital, pasando del 18.7% en 2022 al 24.5% en 2023, siendo uno de los estados con mayor incremento. Es el cuarto estado en términos de violencia digital y el segundo en hombres a nivel nacional. La principal forma de violencia es el “contacto mediante identidades falsas.” En comparación nacional, el estado tiene un bajo porcentaje de casos donde el acosador es conocido (17.2%). Además, el 65% de los hombres y el 55.6% de las mujeres identificaron a sus agresores como hombres.

Este análisis sugiere variaciones significativas en la violencia digital entre estados y grupos demográficos, indicando la necesidad de enfoques específicos para abordar estas diferencias y mejorar las políticas de prevención y apoyo.