Por Fátima González Rodríguez
Somos testigos de un momento histórico para Aguascalientes. Con esto, se ha creado un precedente en el Estado para las futuras infancias y adolescencias trans que ayudará en la defensa de sus derechos. Es un momento histórico, pero también es un momento para reflexionar y hacer conciencia de lo lamentable que es que antes de este amparo no existía otro en su tipo, cuando realmente las identidades trans y la necesidad de garantizar sus derechos siempre han existido.
Desde hace tiempo se ha hecho un llamado a las autoridades para tomar acciones en pro del derecho a la identidad. Sin embargo, el actuar tanto del congreso como de las escuelas ha sido muy paulatino.
¿Lugar de la gente buena? en este punto me cuestiono sobre si estas palabras describen en su totalidad a la ciudadanía de hoy. Basta con preguntarse qué tanto ha avanzado Aguascalientes en materia de derechos humanos. No pretendo restarle importancia a los triunfos logrados por la ciudadanía; al contrario, reconozco la labor que se ha hecho, pero la lucha continúa y no va a parar hasta que prevalezca el pleno respeto a la dignidad humana.
Al igual que Shopie, existen muchísimas más personas trans que buscan la garantía plena de sus derechos. El derecho es ahora una herramienta con la cual pueden acceder a una vida plena y libre de permitirse ser, el único problema es que puede llegar a ser tardado. En el caso de Shopie, se llevó casi un año para que ella pudiera hacer el cambio de su identidad. Es por eso que se sigue haciendo el llamado a las autoridades, para que las demás personas que quieran acceder al cambio de identidad, lo puedan hacer de una manera fácil y pronta.
Es un momento histórico, sí, pero también es un momento de crítica y para preguntarse si como madre, padre, personal docente, alumna, alumno, autoridad, estás haciendo lo posible por garantizar los derechos de las infancias y adolescencias trans.